El Lienzo

Mañana extraña...noches plagadas de sueños, sueños poblados por fantasmas que no son tales fantasmas, no están muertos, ni me intimidan , son solamente recuerdos de una vida que se quedó a mil años luz de mí.

Mi corazón es un náufrago exhausto que busca oxígeno.

STOP la señal me obliga a detenerme y mirar hacia el cielo.

El cielo lleno de estrellas semeja lo inalcanzable...¿seré algún día turista espacial?.

Por el momento es mejor volver la vista al suelo, para anticipar los obstáculos, que sin duda están ahí, para ser firme y seguir caminando.

Entonces no habrá recuerdos, ni una velada frustración puesta de manifiesto a través de las sombras, en medio de la noche, irrumpiendo en mi soledad. Sueño con una mañana que me regale tan sólo certezas...

Soy la sombra que avanza a tientas a través de tu alma, intentando comunicarse.Soy un cuadro inacabado... quiero dar un paso más: descarga sobre mi piel esa última pincelada que me convierta en obra maestra.

 

Negación de mí misma, tengo alma de lienzo que desea ser pintado. Tú eres el artista...a través de las fibras que conforman mi ser, a través del blanco inmaculado, neutro, virgen... a través del silencio de mi corazón tensado sobre el caballete, has de adivinar qué clase de pintura estoy destinada a ser.

 

Mientras tanto... espero ...

 

“Del salón en el ángulo oscuro,

de su dueño tal vez olvidada,

silenciosa y cubierta de polvo,

veíase el arpa.

 

¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,

como el pájaro duerme en las ramas,

esperando la mano de nieve

que sabe arrancarlas!

 

¡Ay!, pensé; ¡cuántas veces el genio

así duerme en el fondo del alma,

y una voz como Lázaro espera

que le diga «Levántate y anda»!”

 

(Rima VII – Gustavo Adolfo Bécquer