Blogia
La Caja de los Tesoros

Oda a los barcos hundidos

Oda a los barcos hundidos

He perdido mucho tiempo al intentar impedir que se hunda como un barco en el mar.

Sé que un día le hice daño, que mi falta de sinceridad y mi egoísmo le trajeron mucho dolor, que siempre hay una forma mejor de hacer las cosas, aunque eso se piensa en frío, después de que todo haya  pasado...

No trato de justificarme, lo que hice fue por mi incapacidad de controlar mi vida y mis emociones en aquél momento crucial, no por maldad.

Me he arrepentido mucho y he saldado mi deuda viviendo a su sombra, me han juzgado en la plaza del pueblo, he tenido que caminar casi a escondidas. Ha sido mi castigo por traicionar su confianza y llevé la marca roja en la frente con cierto alivio, porque siempre sentí que se lo debía..

Ya han pasado cuatro años, creo que ahora los dos volvemos a ser felices , creo que las heridas ya se han podido cerrar. Ahora he olvidado lo que me hizo alejarme y sólo conservo el cariño, que fue mucho, y también los buenos recuerdos.. pienso que los dos cambiamos en el camino que separa la adolescencia de la madurez, y en ese trayecto nos fuimos alejando, porque esperábamos cosas diferentes de la vida.

Antes le culpaba de muchas cosas, ahora simplemente lo veo como un proceso que acabó rompiendo el amor. Esas pequeñas tragedias ocurren algunas veces y todo lo que viene detrás es su consecuencia.Le perdono por las lágrimas y los malos momentos, por no haber tenido en cuenta cosas que eran muy importantes para mí, eso, aunque lleve irremediablemente al desastre, es el caballo de batalla del amor...

Sólo me queda la certeza  por encima de cualquier duda de su bondad y la enseñanza de que es inútil tratar de cambiar a alguien para que sea como tú quieres que sea.. hay que aceptar lo bueno y lo malo que hay en cada persona o dejarla seguir adelante...

A veces camino por lugares llenos de fantasmas, que casi parecen formar parte de otra vida y mi corazón se estremece de tristeza, está ahí y es una nube que oculta la luna, dejándome a oscuras por un rato.No entiendo cómo alguien que fue tanto pueda haberse vuelto nada,no entiendo que no pueda perdonar y dejar atrás el pasado.Y sólo queda el vacío inmenso del rechazo, pero ya no me siento culpable, porque he permanecido aquí, con la otra mejilla dispuesta, y tragándome el orgullo, aunque también me haya fallado de muchas maneras, aunque a veces también me haya hecho daño.

El cariño que se tiene a un amigo puede con todo, todo lo excusa y todo lo comprende... y si miro a mi lado hay alguien que comparte mi alegría y que siempre me recoge del suelo cuando me caigo, alguien que me acompaña en mi viaje y a quien nunca he tenido que echar de menos...esa es la mayor fuerza que nos empuja a seguir, a pesar de que, según la marea, los barcos hundidos vengan a  horadar las profundidades de nuestro mar interno.

Cuando llega la tormenta tengo el consuelo de saber que lo que yo necesitaba existía y lo he encontrado.

0 comentarios